EL PASADO BIEN SERVIDO ES UN EXQUISITO PRINCIPIO.

Hagamos un brindis en nombre de la gran cena de conocimientos y vivencias, un compartir entre maestros y aprendices.
Es realmente satisfactorio salir por el pasillo y dedicarse a abrir puertas con el juego de llaves que nos han otorgado. Cada uno de nosotros decide cual utilizar y por donde entrar, será inevitable encontrar aquellas que nos transporten a lugares tenebrosos, llenos de oscuridad e incertidumbre. Lugares maravillosos, donde la magia y la locura son  el plato principal, donde la curiosidad y el interés son mejor que un vino tinto. Y ¿Por qué no? Algún día llegar al portón  que solo tú formas y le das sabor, el mejor postre.
Es difícil afrontar  la realidad, porque hemos estado en un sueño muy largo, acostumbrados a dejarnos guiar por unas manos; manos científicas, literarias, filosóficas, artísticas, deportivas, tecnológicas, históricas todas y cada una en su rama, basándose en difundirnos valores. Sin embargo, luego de alimentarnos de toda clase de utopías, es hora de hacerlas verdad, las mejores para nuestras vidas.
Somos una mezcla heterogénea, una escultura, aludiendo al arte pictórico, pero ¿Quién nos ha terminado de conformar? ¿Quiénes pensaron en el boceto, la estructura de nuestras líneas disueltas en un montón de circuitos? Ellos, para quienes somos solo un préstamo y llegamos en forma de pequeños regalos, es de agradecerles por haber sembrado una semilla tan rica como la de un girasol cuando está en su punto, por habernos hecho de un material único, capaz de transformarse según su deseo.
Al escuchar la relajante melodía que hace el sentir profundo, notas clásicas, mis dedos empiezan a divagar por las letras, difunden así pensamientos que ya han viajado por señales eléctricas, expresan y les dice…
Pasión, fracaso, melancolía, resentimiento, lucha, amor, libertad, entrega, vuelo junto al viento, muerte, carácter, alegría, conocimientos,  paciencia, metas, desconfianza, abismo, vacío, dolor, tristeza, no son solo palabras, son entre otros, componentes, pizcas de vida, que te hacen ser tu mismo, encontrar la dulzura necesaria en tu voz para poder seguir. Aunque no siempre sea suficiente en alguna encuentras el punto de fuga, no dejes de buscarlo, te sentirás mucho mejor cuando camuflado te encuentres, el fin así será más fácil de hallar y aceptar. En el proceso descansa, recibe energías, piensa, retoma, actúa y asume.

Estamos de paso con el equipaje en mano.

Escrito por: Alejandra Molina.

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