MÁS ACÁ DEL MÁS ALLÁ

- ¿Querías llegar lejos? Me haces reír. Sólo gastas tu tiempo pensando que en el mundo no se encuentra algo no cotidiano y que estarás en la soledad por mucho tiempo por no decir, toda la vida. Mira tu alrededor, no esperan mucho de ti, tampoco quieren algo de ti. Estás empeorando, no te mueves, respiras porque aún eres cobarde, como hace unos años, no has cambiado, sólo decaes y nadie ayudará, morirás entre hojas y agua.
Es mejor que desaparezcas, así dejas de ocupar un espacio que es valioso para sembrar oxígeno nuevo.
Hoy te vi y me pregunto cómo evitar que llegues. Tantas veces deseaba tenerte a mi lado y emprender ese viaje y ahora que te he visto conducirte hacia mí, es diferente. Me invade el miedo, la ansiedad, el vació se hace más grande y la paciencia latente de encontrar tranquilidad se agota. En verdad deseo estar en tus brazos profundos pero no todos logran verte, ¿Por qué yo puedo?
Tu visita no es para estadía, recuerdo que te llamé, no he alistado maletas; pienso, empero, no hay necesidad, es verdad, todo lo tengo contigo nuevo cada día.
Irme al más acá del más allá es poder liberarme, poder descansar, ser yo en el espacio adecuado y con la guía precisa. Es perfecto, hermoso, la velocidad la da tu latido, sin modificaciones imprudentes, siempre hay más y es tan extenso que tus sentidos no lo dimensiona, lo logra sólo la imaginación infinita.
No sé si estoy preparada, no contestaste y ahora vienes sin avisar, ¡No!. El problema radica en que no sé si ya terminé mi trabajo, sin embargo, si he querido dejar de tejer, estoy agotada, mis manos me duelen de hacer cosas nuevas para cada uno de ellos, no encuentro la curva que les permita respirar y subir.
Quisiera refugiarme un rato más para condicionarme a la idea de ir y no regresar, porque cuando vienes para llevar, el camino de regreso es distinto y tu no lo muestras.

Escrito por: Alejandra Molina.

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