EL VIAJE A LA AUTÉNTICA VERDAD.

Cada persona te lleva a partes distintas.
Tengo un fuerte dolor de cabeza y de cuerpo.
Su recuerdo aún está en mis días y la amarga sensación de derrota me debilita. Cierro mis ojos, caigo en un descanso momentáneo. Luego, me vuelvo a encontrar con la “realidad”. Mi historia, mi camino, habitado de personas desinteresadas por saber más de mí, otras tan atentas que el mínimo cambio lo denotan.
Saldré de éste reloj, que camina y camina sin descanso. El tiempo está conmigo, cumpliendo su papel de jefe, dirigiendo todo aquel que lo ve.
Ser libre, hacer una mezcla relajante, no en el mar, no en el abismo, ni en las alturas, sino en el espacio ocupado, contenido por ti.
Es como si estuviese en una franja, un espiral, hacia un túnel que conduce ha tan solo el principio de la auténtica verdad.
La puerta palpita a un tempo de 80, como su corazón. No era algo tan simple como una puerta palpitante eran muchos hilos entretejidos que me impedían entrar, que me impedían ver que ocultaba detrás. La impotencia y desesperación me hicieron su verdugo. Cuando por fin conseguí entrar, la confusión se apodero de mi, habían mil caminos, los cuales podría tomar, pero en mi soledad no supe descifrar cual seria el correcto. Todo un misterio, algo inseguro. ¿Hacia donde dar el primer paso?. Solo seguí mi instinto, me deje llenar por aquel nombre, Carácter, y anduve sobre piedras que al primer paso me lastimaron, mis pies reclamaban firmeza, era un sendero rocoso por el que se me dificultaba caminar, pero solo el pensar que su espíritu me alimentaba, que viviría por lo menos unos minutos entre suspiros y alegrías, era ya un motivo para seguir, no podría haber mas fuerza que esa. No podría existir ser mas virtuoso; perfección, razón y alma en un solo cuerpo.
Asombroso, eh llegado muy lejos, lo que veo es hermoso. Nada sombrío, un inexplicable brillo, tres cajas en una sola, dos horas en un lugar donde la magia, la dulzura y la realidad superan cualquier fantasía, no habían guerreros con armaduras, ni mucho menos doncellas. Un viaje silencioso, satisfactorio, a la auténtica verdad, la verdad que buscaba para dejar todo lo vivido en el olvido.
Ultima estación, tu reflejo me guía y me cuida. Todas las noches, casi todas las tardes, disfruto de ésta travesía.


Escrito por: Alejandra Molina y Lizeth Rivera.

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