Esto no es una despedida, es un comunicado de amor.
Esta
muy nublado para poder ver la luna, quizá se esconde acá por el eclipse que
hubo ésta noche. Estoy en cama, pensándote, con un ojo cerrado y el otro
abierto. En éste momento éstas letras alimentan mi amor.
Se han superado ya tormentas y hemos disfrutado de
arcoíris después de ellas. Nuestra locura aumenta pero aún no tenemos camisas
de fuerza.
Déjame decirte querida, no dejo de buscar alternativas
que me convenzan de que estaré a un peldaño más cerca de demostrar todo lo que
siento.
Quisiera vivir en el sonido, grave y agudo, así podría
viajar a una velocidad. Sería soplo, estruendo, emoción. Si fuere sonido podría
transportar tu hermosa voz. Lee muy bien la siguiente línea amor mío, susurra
si lo deseas… No existe amor tan grande, mortal, como el mío por ti.
Lloro, cierro ya mis dos ojos, te puedo ver tan feliz que
tu linda sonrisa nada la borra, yo, estoy acá empuñando mis manos, porque el
deseo de estar contigo y ser parte de tu felicidad es tan grande que no se si
tu no me querías o si fui yo que nunca llegó. Lo cierto es que tengo tiempo y
te estoy escuchando atentamente pues quiero estar contigo. No esperé tu llegada
y ahora tampoco espero tu partida. Antes de tenerte aquí me movía y era nada, luego
de estar conmigo me convertí en una locomotora con vida, si te veo en la salida
me marchitaré y terminaré siendo una inerte piedra.
¿Quién soy? Soy un ser que está amando sin límites, que
sueña tener en sus manos un alma y que cuenta hasta el infinito y a su vez
pronuncia un nombre.
¿Quién eres? Eres a quien amo sin descanso, eres
propietaria del alma que anhelo coger y tocar, eres quien me enseñó a contar, eres las letras que no paro de
deletrear.
Mi tiempo completo te entrego, además de minutos extras
en mi descansar, es así tuya toda mi vida. Luz de luna, la guía que me deja en
perplejidad con su claridad.
Escrito por: Alejandra Molina.
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