GRACIAS POR EL CAMBIO.

Si no me sientes, déjame una flor azul en la almohada.

No es una carta de despedida, no es una carta de rencor, no es una de maldad y erosión, solo es un comunicado de lluvia, flores, oscuridad y ritmo adecuado. 

No hay mejor locura que la que vivo en mis horas de espera a que el segundero del reloj se detenga o se devuelva. No hay mejor audífono que tu oído en fusión con tu voz, la delicadeza que hay en cada sílaba hace que por momentos me pierda y siente mis pies en el suelo.

Las rocas que se ven en mis manos trasportadas a viruta no son tan pesadas como se ven, de hecho es un poco de algodón disfrazado. Así que no dolerá si no logras esquivar mis movimientos.


La escena en que te encuentras te servirá para no abandonar el barco al que te invité a montar, la corriente del agua se llevará ese vómito de vergüenza...


El salvavidas no solo es para mí, si lo necesitas, pídelo, todo se comparte, hasta la muerte si lo deseas.


Tal vez sea solo un fantasma, sé que hablar con ellos no es muy sano, dicen que te maltratan, pero aquí estoy, en la oscuridad nadie más notará mi presencia.


Solía entregar luz, entregar razones, ahora solo daré... seré como aquella materia que flota y cae sobre todo que a la vez se hace nada en el vacío.

El excedente solo muestra la parte que querías ver.

Escrito por: Alejandra Molina.

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