Aquí no hay un prototipo a seguir...
Solo veo como las personas llegan y se van, buscando un líquido que no obtendrán de mí. Solo veo que no les importa lo que puedo dar y lo que soy... no quiero buscar más, nadie me invitó, solo accedí por mis propios medios, tampoco quiero esperar, quedarme al lado del reloj me entumece aún más. Tal vez nadie entienda, ya no me importa si lo hacen, sé que solo volarán estas letras como humo de la chimenea. El equilibrio no lo entiendo, no siento el mismo peso del otro lado como acá, ¿Qué sucede?¿ Por qué insistir que debo soportar más? ¡Basta! Estoy cansada, ¿Acaso no lo ven? Mis dedos no son solo para verlos brotar y ya, utilizar para satisfacción personal sus ideas, mucho menos mi fragilidad moral. Necesito que alguien me rescate, por favor.... necesito que alguien responda a mis gruñidos y gemidos de tristeza y llanto. La sombra está por terminar de cubrir la montaña, es casi hora de callar... hablaré a ella, a esa oscuridad que atrapa, a esa gradualidad de frío, a ese aviso de silencio. Despacio y suave, será mi mejor confidente, mi mayor expresión, mi ideal receptor.
No es ni adelantarse ni esperar, es seguir el tempo que lleva la naturaleza, la sincronización general, es solo caminar.
Escrito por: Alejandra Molina.
Solo veo como las personas llegan y se van, buscando un líquido que no obtendrán de mí. Solo veo que no les importa lo que puedo dar y lo que soy... no quiero buscar más, nadie me invitó, solo accedí por mis propios medios, tampoco quiero esperar, quedarme al lado del reloj me entumece aún más. Tal vez nadie entienda, ya no me importa si lo hacen, sé que solo volarán estas letras como humo de la chimenea. El equilibrio no lo entiendo, no siento el mismo peso del otro lado como acá, ¿Qué sucede?¿ Por qué insistir que debo soportar más? ¡Basta! Estoy cansada, ¿Acaso no lo ven? Mis dedos no son solo para verlos brotar y ya, utilizar para satisfacción personal sus ideas, mucho menos mi fragilidad moral. Necesito que alguien me rescate, por favor.... necesito que alguien responda a mis gruñidos y gemidos de tristeza y llanto. La sombra está por terminar de cubrir la montaña, es casi hora de callar... hablaré a ella, a esa oscuridad que atrapa, a esa gradualidad de frío, a ese aviso de silencio. Despacio y suave, será mi mejor confidente, mi mayor expresión, mi ideal receptor.
No es ni adelantarse ni esperar, es seguir el tempo que lleva la naturaleza, la sincronización general, es solo caminar.
Escrito por: Alejandra Molina.
Cuantas veces no has rogado un rescate, pero es inútil en tierra de sordos nadie escucha, nadie!
ResponderEliminar