Todos
tenemos métodos para expresar, las herramientas están en tí, búscalas,
aprovéchalas y sorprende.
¿De dónde
salió? ¿Acaso el viento lo trajo en sus brazos? ¿Por qué no lo veía? ¿Estaba en
la oscuridad o se volvió luz? Que extraño aura me invade en éste instante, el
frío solo se mantiene en mis pies y pequeñas vibraciones llegan a mis codos. La
tristeza, decepción y soledad se combinan más,
dan un sabor luego a dolor. Jazz, llegas a mis venas, me dejé inyectar,
me trasformas, tratas de limpiarme pero los recuerdos me envenenan, la dosis es
aún más alta que la tuya. Golpes gruesos, salida, escape, no veo nada parecido…
un momento ha llegado el complemento del jazz, él sí supo cómo ayudarme sin
darse cuenta, espontaneidad, improvisación, tono, distracción, jazz,
inspiración.
Su seriedad, su sonrisa, sus manos y dedos, su
voz, sus tonos, timbres, colores, números y gustos me hacen solo fijarme en un
punto. La música, que buen vino, las letras, los lazos que nos conectan más a
las realidades distintas, o tal vez los sueños tan imperfectos. La energía que
trasmite ese hombre, es energía similar a la de una luna llena, me levanta por
unos segundos del suelo e increíblemente me deja de nuevo sentada en el suelo.
Que raros pensamientos, que rara conversación, que raro encuentro, pero lo raro
es lo más fabuloso. Quisiera seguir probando de esa sustancia, que me alimente
con el pasar de los minutos que de eternos pasan a ser truenos. No sé a quién
le debo agradecer su existir, por el momento no me preocuparé por saberlo, solo
me dedicare a disfrutarlo, a deleitarme con cada movimiento, con cada aplauso,
con cada suspiro. Sólo lo veo, lo escucho y dejo a mis dedos actuar.
Vaya, que noche, desde hace
semanas, meses, había intentado dejar de escribirle solo a los recuerdos, a un
escudo que ya se está deteriorando. Hoy,
de la nada, hoy, de la gana surgieron solo porciones para él, gracias, por
ahora solo le pido que no deje de hacer esto en mí.
Esperar, paciencia, llegó el
polvo que anhelaba. Nos veremos pronto, cuida de tu sonrisa.
Escrito por: Alejandra Molina.
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